Pero la misma filosofía que ha venido creciendo y consolidándose en la ciudad y como ejemplo para otras ciudades del país y el mundo, está por verse amenazada por la propia planeación en términos de movilidad. Cabe resaltar dos casos específicos: el del "Transmilenio ¿ligero?" por la carrera séptima y el del demoradísimo, corrompido, endeudado y eterno trazado de la 26, una fase del sistema que debió estar lista al menos para este año, pero cuyos dineros han saltado de un irresponsable a otro y parecen no tener un propósito y tiempo definidos.
Por la séptima se teme que se pierda el recorrido de ciclovía que desde hace décadas funciona en ese corredor vial los domingos y festivos. Y por su parte, sobre la Avenida 26 - El dorado, hace rato que se perdió una parte vital del trazado que, al menos en el mediano plazo, está lejos de volver a tener la extensión que ostenta u ostentaba hace tan sólo unos años.
Por eso ha nacido la iniciativa de "La ciclovía se respeta" (www.lacicloviaserespeta.com), de la mano del Partido Verde y liderada por una de sus integrantes, la ex candidata a la Cámara de Representantes en Bogotá, Angélica Lozano.
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La iniciativa surge originalmente por el preocupante riesgo de que los bogotanos se queden sin un trazado alternativo al de la carrera 7ma, que de seguro no lo reemplazaría, pero al menos no desintegra una parte esencial del recorrido de la ciclovía. La ex candidata se expresó a través de este blog, de Facebook y posteriormente por medio de una entrevista en W Radio para alertar a los bogotanos sobre la jugada que nuestro flamante alcalde podría perpetrar de la noche a la mañana. Ya suficiente tenemos con las decisiones poco pensadas y el aumento de la inseguridad en la ciudad, que no sólo lo digo yo, si no, refiérase a la encuesta realizada la semana pasada donde la percepción de inseguridad en Bogotá sobrepasó ya el 60% e irónicamente, con "toda seguridad" seguirá subiendo.
El grupo Nule, la alcaldía, el IDU y más entidades y personas que las representan se han "untado" por esto y aquello, gracias a la evidente irresponsabilidad y demora absurdas en la construcción de la Fase III de Transmilenio correspondiente a la troncal de la Avenida 26. Desde el año pasado el mayor contratista del estado para obras públicas, el grupo Nule comenzó a verse presionado por parte de la ciudadanía y los entes que supervisaban la construcción de la troncal, a pesar de que para nadie fuera un secreto que las obras estuvieran atrasadas. Parece el sector en este momento, como opinara el columnista Daniel Samper en Semana, un verdadero simulacro de un terremoto y de una ciudad devastada por las obras sin acabar o a medio hacer y los interminables trancones a cualquier hora del día. La adjudicación del trazado "light" por la séptima se hizo hace poco y, como todo en Bogotá, nació con problemas y casi se logra revertir parte el proceso (cosa que personalmente apoyaba). Lastimosamente no se llegó a cambiar la planeación original que propone un recorrido cortísimo, ineficiente, sin sobrepasos y que además de destruir nuestra ciclovía, se propone también arruinar la cara de la ciudad durante al menos un par de años. (Para saber no sólo lo que pienso yo, sino los interesados, vote usted en la encuesta del blog, ¡gracias!).
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Actualmente, contamos con un recorrido menos para la ciclovía, lo cual es triste. Todo por culpa de una obra que hace meses debió estar lista o al menos no obstaculizando exageradamente la movilidad por la Avenida y sus adyacentes. Y el dolor de cabeza durará por lo menos varios meses más, si no, años.
El panorama en Bogotá es más que desesperanzador, ya que no sólo nos quejamos los que en ella vivimos de las calles y sus huecos (todo un cliché), sino que ahora la incompetencia de un alcalde y su hermano involucrados en casos de corrupción y clientelismo, casi que se tomaron la ciudad de parque temático y nos ofrecen la atracción de viajar en el tiempo y ver cómo hace décadas o incluso siglos, sus vías no eran más que caminitos de tierra y arena trazados a lo largo y ancho de la cartografía rola. Me atrevería a decir incluso, que para entonces el paisaje era al menos más verde y menos triste, desordenado y violento que ahora. La incompetencia es obvia, no hace falta ser un genio para verla; con sólo decir que hace menos de un mes en plena hora pico (de 6am a 8am) cerraron 2 carriles de la Carrera 7ma en sentido norte-sur y los, ya de por sí demorados buses, que antes se tomaban 1 hora u hora y media atravesando la avenida de norte a sur, incrementaron en otra hora y media su recorrido. ¿Idea de quién? Supongo que de #bobolitro.
Hay que sumarle claro los dolores de cabeza producto de otras intervenciones viales, que afectan ya no sólo la ciclovía sino la red de ciclorrutas o andenes transitables para ellas, como la re-re-re-pavimentación de la calle 170 y el intento de autopista y puente japonés de la calle 100 con carrera 15. Ya que hay tiempo y espacio de quejarse y denunciar, sumo a la lista el incansable cierre de carriles en las vías más importantes de la ciudad: Avenida Boyacá con 127, Calle 116, Avenida 68 a ratos, Eje ambiental, etc.
Pero, para no salirme del tema central y dejarme llevar por las ganas de ser quejetas, la intención es que se lleve esta iniciativa a todo el público posible y que no sólo defendamos nuestros símbolos capitalinos cuando ya sintamos que tenemos el agua al cuello, sino que lo hagamos siempre y sigamos siendo ejemplo aquí y afuera, al menos en un solo aspecto positivo.
Por eso ha nacido la iniciativa de "La ciclovía se respeta" (www.lacicloviaserespeta.com), de la mano del Partido Verde y liderada por una de sus integrantes, la ex candidata a la Cámara de Representantes en Bogotá, Angélica Lozano.
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La iniciativa surge originalmente por el preocupante riesgo de que los bogotanos se queden sin un trazado alternativo al de la carrera 7ma, que de seguro no lo reemplazaría, pero al menos no desintegra una parte esencial del recorrido de la ciclovía. La ex candidata se expresó a través de este blog, de Facebook y posteriormente por medio de una entrevista en W Radio para alertar a los bogotanos sobre la jugada que nuestro flamante alcalde podría perpetrar de la noche a la mañana. Ya suficiente tenemos con las decisiones poco pensadas y el aumento de la inseguridad en la ciudad, que no sólo lo digo yo, si no, refiérase a la encuesta realizada la semana pasada donde la percepción de inseguridad en Bogotá sobrepasó ya el 60% e irónicamente, con "toda seguridad" seguirá subiendo.
El grupo Nule, la alcaldía, el IDU y más entidades y personas que las representan se han "untado" por esto y aquello, gracias a la evidente irresponsabilidad y demora absurdas en la construcción de la Fase III de Transmilenio correspondiente a la troncal de la Avenida 26. Desde el año pasado el mayor contratista del estado para obras públicas, el grupo Nule comenzó a verse presionado por parte de la ciudadanía y los entes que supervisaban la construcción de la troncal, a pesar de que para nadie fuera un secreto que las obras estuvieran atrasadas. Parece el sector en este momento, como opinara el columnista Daniel Samper en Semana, un verdadero simulacro de un terremoto y de una ciudad devastada por las obras sin acabar o a medio hacer y los interminables trancones a cualquier hora del día. La adjudicación del trazado "light" por la séptima se hizo hace poco y, como todo en Bogotá, nació con problemas y casi se logra revertir parte el proceso (cosa que personalmente apoyaba). Lastimosamente no se llegó a cambiar la planeación original que propone un recorrido cortísimo, ineficiente, sin sobrepasos y que además de destruir nuestra ciclovía, se propone también arruinar la cara de la ciudad durante al menos un par de años. (Para saber no sólo lo que pienso yo, sino los interesados, vote usted en la encuesta del blog, ¡gracias!).
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Actualmente, contamos con un recorrido menos para la ciclovía, lo cual es triste. Todo por culpa de una obra que hace meses debió estar lista o al menos no obstaculizando exageradamente la movilidad por la Avenida y sus adyacentes. Y el dolor de cabeza durará por lo menos varios meses más, si no, años.
El panorama en Bogotá es más que desesperanzador, ya que no sólo nos quejamos los que en ella vivimos de las calles y sus huecos (todo un cliché), sino que ahora la incompetencia de un alcalde y su hermano involucrados en casos de corrupción y clientelismo, casi que se tomaron la ciudad de parque temático y nos ofrecen la atracción de viajar en el tiempo y ver cómo hace décadas o incluso siglos, sus vías no eran más que caminitos de tierra y arena trazados a lo largo y ancho de la cartografía rola. Me atrevería a decir incluso, que para entonces el paisaje era al menos más verde y menos triste, desordenado y violento que ahora. La incompetencia es obvia, no hace falta ser un genio para verla; con sólo decir que hace menos de un mes en plena hora pico (de 6am a 8am) cerraron 2 carriles de la Carrera 7ma en sentido norte-sur y los, ya de por sí demorados buses, que antes se tomaban 1 hora u hora y media atravesando la avenida de norte a sur, incrementaron en otra hora y media su recorrido. ¿Idea de quién? Supongo que de #bobolitro.
Hay que sumarle claro los dolores de cabeza producto de otras intervenciones viales, que afectan ya no sólo la ciclovía sino la red de ciclorrutas o andenes transitables para ellas, como la re-re-re-pavimentación de la calle 170 y el intento de autopista y puente japonés de la calle 100 con carrera 15. Ya que hay tiempo y espacio de quejarse y denunciar, sumo a la lista el incansable cierre de carriles en las vías más importantes de la ciudad: Avenida Boyacá con 127, Calle 116, Avenida 68 a ratos, Eje ambiental, etc.
Pero, para no salirme del tema central y dejarme llevar por las ganas de ser quejetas, la intención es que se lleve esta iniciativa a todo el público posible y que no sólo defendamos nuestros símbolos capitalinos cuando ya sintamos que tenemos el agua al cuello, sino que lo hagamos siempre y sigamos siendo ejemplo aquí y afuera, al menos en un solo aspecto positivo.
el cierre que hubo en el eje ambiental fue gracias a la administración de PeÑaloza por no haber calculado durante su mandato que el peso de un articulado no soporta los adoquines!!!!
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