miércoles, 19 de enero de 2011

Lo bueno, lo malo y lo feo del 2010 y 2011

Y dice, alcalde: "Me dejó platica, todo en obra negra, ninguna obra lista y yo en Miami" (acompáñese al ritmo de los 50 de Joselito).

Así es. Se nos acabó el 2010 y Samu se fue de paseo. El hombre se fue de viaje a Miami, seguramente porque no se aguantaba un día más en esta ciudad. Pero es que acaso, ¿qué colombiano de bien, carachas, se aguanta este despelote? Con toda seguridad el hombre de la imagen más abajo, que viaja en primera clase de Miami a Bogotá, no.

Bueno, ahora sí hablando en serio, entrando en materia, me dispongo a hacer un breve resumen de lo que se nos dejó en el 2010 -¿habrá quedado algo?- y lo que se nos viene el 2011, o más años como es costumbre, en materia de movilidad. Fuente: lo que mis ojos ven y leen.

Bien, en el 2010 y como la gente siempre lo prefiere, primero lo malo. ¿Qué nos quedó? Sami nos deja:

a) La troncal de TM de la 26 en un estado aún más deplorable que el de 2009. Durante el 2010, las obras fueron abandonadas, echadas a la suerte del contratista que más tajada pasara y nunca tuvieron el más mínimo progreso que los ciudadanos pudieran percibir. La enuncio para encabezar la lista porque gracias a esta megaobra (en obra negra), al menos se empezó a destapar toda la olla podrida del carrusel de contrataciones y así, los bogotanos tuvimos finalmente un dato con el cual acostarnos a dormir tranquilos, sabiendo que los procesos contra los hermanos Moreno y el bobolitro acabarán, al menos, en unas pocas décadas.
b) La troncal de TM de la 10, que tuvo un progreso similar, por no decir idéntico, al de su prima hermana, la 26. O sea, Nule. Nulo. Para dar fe de ello hago memoria de un especial que El Espectador muy juiciosamente preparó, recogiendo los datos de los avances de las obras de Transmilenio, en cada aspecto específico, como adecuación del espacio público, construcción de las estaciones, de las calzadas para los articulados, recuperación de zonas verdes, etc. Y en aquel resumen, muy bien hecho por cierto, en casi todas las obras de las troncales podía verse lo inimaginable, irónicamente lo más risible: somos la única ciudad donde los obras en un mes dado tienen alrededor de un 30% de avance, a los 3 meses el 15%, y a los 6 meses de nuevo un cifra cercana al 30%. Yo me pregunto, como simple ser humano racional, en base al sentido común, ¿cómo así, será que ellos construyen y desbaratan luego las estaciones? ¿Siembran y luego arrancan árboles? ¿Dirigen tuberías e instalaciones eléctricas y luego las rompen? ¿Hacen y luego rompen las losas de la calzada? De verdad, que alguien me lo explique. Como simple ser humano racional, necesito saberlo.
c) Más de 200 bloqueos parciales y totales en las troncales semi-funcionales de Transmilenio, al parecer organizadas, en la mayoría de ocasiones por un mismo grupo de agitadores, cuyo único propósito, al parecer, es el de entorpecer el sistema y generar toneladas de críticas negativas. No será perfecto, pero no se me haría raro que los promotores del metro-utopía estuvieran detrás de esto, para justificar la construcción de la obra faraónica que dejaría a Bogotá, literalmente, sin un sólo peso durante un par de décadas.
d) Dejando a un lado al pobre y pordebajeado Transmi, seguimos con un metro de papel. Que eso sí, sus estudios nos han costado un buen dolor de bolsillo a los que habitamos en la capital. Pero aún así se nos sigue vendiendo la idea de que una troncal que tiene un trazado casi calcado del de TM, va a acabar con los problemas de movilidad de la ciudad, siendo además autosostenible o requiriendo de un mínimo subsidio. ¿Es en serio?
e) Se ajudicaron las 21 empresas dudosa reputación, que estarán encargadas de manejar el SITP a partir del año 2012, es decir, 2014 en el idioma de Samuel.
f) Nos quedamos con una ciudad infartada y taponada por buses y busetas ineficientes, contaminantes, una cantidad excesiva e innecesaria de taxis, donde los legales cobraron prima navideña a las malas y los de dudosa procedencia nos llevaron a experimentar las muy bogotanas carreras suicidas. Además nuestro parque automotor de imparable crecimiento sigue exhibiendo sus mejores, más caros y potentes ejemplares, a velocidades increíbles, que rondan los 15 km/h.

¡Pero también hay espacio para lo bueno! ¿Qué de positivo quedó, en materia de movilidad en el 2010?

a) La metamorfosis de la Calle 100 con Carrera 15, tal vez único ejemplo de construcción eficiente y que, a pesar de los trancones provocados y desvíos obligados, muestra un avance significativo. Todo un logro que no veíamos hace años en Bogotá.
b) El logro más importante: no se iniciaron las obras del Transmilenio Light de la 7ma. Impulsado además, por una iniciativa de la propia ciudadanía, que demuestra que total, las cosas se pueden lograr, eso sí, con mucha presión y molestadera (por no decir otra cosa) a los entes encargados. Este adefecio de obra que, de seguir en pie, le costaría a la ciudad 14 meses, mínimo, de más inmovilidad, en teoría debería comenzar labores en febrero. Yo, personalmente, espero que no. Recordemos que además se hicieron los de la vista gorda con la ciclovía, y por ese lado también tocó presionar para obtener algún tipo de solución. Si tan sólo se hubieran seguido los diseños y planes originales de las fases propuestas hace años para Transmilenio, hasta soportaría los dolores de cabeza que la obra causara. Pero con este diseño a medias de niño de primaria, culpa del metro que sólo existe en la imaginación de Sami, si todo sale como él quiere, o sea mal, tendremos otra pseudo-solución de transporte masivo.

Voilà. Creo que no hubo más que destacar. Ahora, ¡feliz 2011 para todos ustedes lectores de la movilidad hardcore que se gesta en este gran vividero! Llegó el nuevo año y con él lo nuevo bueno y lo nuevo malo. Va primero lo feo:

a) De regalo de Reyes y gracias al oportuno aviso de nuestro editor fantasma @elchanta_ (han de seguirlo para leer el tweet), el nuevo año nos recibió con un aumento en el precio del transporte público de un 7% aproximadamente. Eso representó otros cien pesitos de incremento en el precio del pasaje de Transmilenio. A ver, para hacerse una idea de cuánto es eso, especialmente para los que nos leen desde afuera, con una ida y vuelta, es decir 2 pasajes ($3400) de TM, podemos en un corrientazo barato pagar un almuerzo completo, léase sopita, seco y jugo. Son casi USD$2. Y en una descripción más cruda y triste, pero real, es con lo que familias enteras, por debajo de la línea de la pobreza, acaban alimentándose durante el día. ¿Es justo un precio de esta proporción para un nivel de vida medio, como el que tiene la mayoría de bogotanos? Y ni soñar con una tarifa para estudiantes o personas de la tercera edad.
b) Se nos extiende al menos durante otros 6 meses (sospecho que serán más) el pico y placa de 14 horas, que por decreto debería acabarse en febrero de este año, pues en teoría la mayoría de obras estarían finalizando y la movilidad en la ciudad no sería tan caótica. Pero el alcalde, justificado en problemas por el invierno, más que los provocados por la corrupción, nos dice que básicamente no hay nada que hacer y la medida se debe mantener. Eso sí, luego de una semana de "retiro espiritual", a puerta cerrada con sus funcionarios, asesorados por expertos internacionales. Lo que no sé con exactitud es qué tipos de expertos y qué les estaban enseñando. Ni quiero saberlo.
c) Empezamos el año como una ciudad falta de soluciones a los problemas de movilidad. El alcalde está cegado por la idea de que sólo el pico y placa puede solucionar todos los problemas. Irónicamente, y lo digo por experiencia propia, los mayores trancones son entre 6 y 9 de la mañana y de 5 a 8 de la noche, horas de pico y placa. Increíblemente, después de las 8pm, sagradamente y como por arte de magia los trancones empiezan a reducirse en varias zonas de la ciudad y la situación no es tan crítica. Algo tendrá que ver la platica de los contratos que se pierde, pero como por arte de mafia.

Pero no entremos en pánico, ¡también hay buenas noticias! A mitad del primer mes del año podemos rescatar las siguientes cosas:

a) La Universidad Militar Nueva Granada, en un convenio con Turistren, empresa que opera el tren de la sabana, hace posible que sus estudiantes se transporten hasta el nuevo campus de Cajicá, gracias al subsidio que les otorga esta alma máter. Una buena forma de ahorrarse unos pesitos para los estudiantes, que de todas formas se tienen que ajustar a horarios fijos del tren. En la mañana arranca a las 5:30am, y en las tardes vuelve de lunes a miércoles a las 5pm y, jueves y viernes a las 4pm.
b) Los puentes de la glorieta de la Calle 100 con 15, que de seguir con el progreso que van, podremos estrenarlos antes de que se acabe el año.
c) Un "megatúnel" bajo la Carrera 10 a la altura de la calle 12 (entre comillas porque así le llamaron, pero no es para tanto), que contará con una zona comercial subterránea, y en teoría mejorará los problemas de movilidad que provoca el paso de cientos de peatones que atraviesan constantemente esta zona, puerta de entrada para el comercio en San Victorino y al otro lado, el centro histórico de la ciudad, ministerios, otros comercios y universidad que allí se ubican.

Esto no cubrirá cada esquina y obra de la ciudad, pero es a mi parecer lo más destacable. En otras palabras lo bueno, lo malo y lo feo de la administración del #bobolitro, de la cual, con inmensa alegría, empiezo a contar los días para que se acabe. Pero esto me deja un sabor agridulce, porque como están las cosas, no tenemos ni idea de en qué manos vaya a quedar nuestra adorada capital los años venideros. Sólo espero que no en las de otro personaje como éste. Esos son mis más sinceros deseos para Bogotá y todos ustedes este nuevo año.

Y como bonus, por mi desaparición no forzada del blog, durante un buen tiempo aquí un par de videos del inigualable sabor de la movilidad bogotana y la imagen-guiño del alcalde para este 2011, como diciendo "hasta aquí llegué y me llevo mi platica, ¡chao!":






1 comentario:

  1. Le faltó poner algunos de los otros regalitos navideños (de "3 meses") como "el 2010 también nos trajo salud!! Ahora hay que caminar desde la Caracas con 19 o desde la Jiménez con Caracas para llegar a la Candelaria, eso sí, también puede hacer más ejercicio con cosas como correr, claro está para que no lo roben en "Gallada" mientras usted intenta sortear esa caminadita"

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